El pasado jueves 23 de noviembre, se celebró el día de las personas sin hogar, un día alrededor del cual, muchas entidades que trabajan con este colectivo de personas, organizan distintas actividades destinadas para sensibilizar a la sociedad sobre la realidad del sinhogarismo y la exclusión social.

Madrid se movilizó a favor de las personas sin hogar con una campaña que lucha para la igualdad de las personas sin hogar. Se reivindicó que todos somos personas y que todos tenemos los mismos derechos por el solo hecho de ser humanos.

“Nadie sin hogar” abarca el trienio 2016-2018 una campaña con la que Caritas y otras entidades que trabajan por las personas sin hogar pretende también poner de relieve elementos fundamentales para la inclusión de las personas en situación de sin hogar: la dignidad, el acceso y el ejercicio de los derechos humanos fundamentales.

Este año, lleva el lema “SOMOS PERSONAS, TENEMOS DERECHOS. NADIE SIN HOGAR”. Bajo esta consigna, se organizaron diferentes actos que contaron con la participación de numerosas entidades y un gran número de ciudadanos.

El día comenzó con un desayuno coloquio en la librería San Pablo, en la plaza de Jacinto Benavente, donde 3 personas sin hogar contaron su situación ante la prensa.

En este coloquio sorprendieron con su testimonio Daniel y Victoria, contaron la realidad de vivir en la calle, y las circunstancias vitales por las que se vieron abocados a esa situación. Victoria es licenciada en administración de empresas y era maestra en su país. Daniel es estudiante universitario, y ambos acabaron viviendo en la calle. Con su testimonio hicieron ver, que cualquiera, con un poco de mala suerte, puede acabar en esa situación. Contaban que la calle da miedo, y que son muchas las caras que te ven pero pocas las que miran, y como la indiferencia de la gente es lo peor de este problema. Ambos estaban agradecidos de corazón a los trabajadores sociales que no solo les miran sino que les ayudan, dándoles esperanzas para seguir hacia delante.

Ambos estaban agradecidos de corazón a los trabajadores sociales que no solo les miran sino que les ayudan, dándoles esperanzas para seguir hacia delante.

Vivir en la calle es un problema radical, eso significa un problema que es de raíz, de lo más profundo de la sociedad. Si el problema se da por varias catástrofes, las soluciones también tienen que ser varias y entre todos debemos paliar este problema.

Un hogar, formación y salud. Lo fundamental para tener una vida digna.

En la ronda de preguntas uno de los periodistas pregunto por tres cosas que pedirían. Ambos coincidieron en las mismas: Un hogar, formación y salud. Lo fundamental para tener una vida digna.

A continuación se movilizó una manifestación desde Sol hasta la plaza de Ópera dónde se encontraba el muro de los derechos, construido a mano por personas sin hogar. El muro se construyó bloque a bloque, cada cubo contenía un derecho fundamental, un derecho que debería estar salvaguardado para todas las personas.

Al llegar a la plaza finalmente se leyó un manifestó. Pidiendo la visualización de esta problemática de manera que se sensibilice a la sociedad y que esta no les estigmatice el problema.

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